TaeKwonDo

TaeKwonDo es lo que me llena, lo que me completa en cada entrenamiento, lo que me hace vibrar y llena de adrenalina en cada competencia, lo que me asusta y a su vez me llena de valentía para salir en cada pelea, lo que me hace sufrir y llorar cuando fallo entrenando o compitiendo pero a su vez es lo que me colma de alegría y satisfacción cuando en un entrenamiento di el máximo o en una competencia subí al podio y luego llego a casa llena de exitación...

Quiero tomarme el tiempo de escribir y compartir todas esas sensaciones que el taekwondo me deja, cada momento vivido y cada pensamiento llevado al combate, simplemente reflejar en estas páginas lo que el taekwondo me hace ser y describir como vivo mi camino en busca de conquistar mi sueño. Compartir con todos aquellos que me siguen, con los seres más queridos que están hoy conmigo y con los que aunque no físicamente, también están presentes con sus buenos pensamientos y deseos de coronarme campeona en cada competición. A TODOS VOSOTROS... PARTE DE MI VIDA.

viernes, 24 de junio de 2011

"CUANDO PERDEMOS EL CAMINO"

TOMADO DE: http://labrada19tkdkickboxing.blogspot.com/

Practicar cualquier deporte llena de ilusiones a grandes y chicos, el sano ejercicio físico nos permite alcanzar una buena salud y nos recrea activamente. Este principio de salud-recreación se adquiere específicamente a través de la ejercitación sistemática de técnicas y capacidades físicas, muchas veces parte de un proceso que demanda un esfuerzo extra de nuestra voluntad. Si la actividad deportiva pasa de ser solo una sana diversión a un medio de realización personal, demandará aún más esfuerzo y sacrificio. Nuestra voluntad será puesta a prueba a cada instante, pero también nuestro carácter y formación como personas.


Sin dudas un papel importante en la formación de todo deportista lo tiene la figura del entrenador.  Este es el primer elemento formador del proceso y quien nos conduce al aprendizaje de lo más específico técnicamente de cada disciplina, pero también es la puerta inmediata a aquellos valores que nos permiten encontrar la fuerza necesaria cuando nuestro cuerpo parece no dar más y nuestra mente se resiste, igual son los precursores espontáneos de las actitudes humanas más sublimes. El respeto, el valor, la fraternidad son solo ejemplo de lo que se va aprendiendo y adquiriendo en el camino, aunque hay quien dice que esto no se aprende sino que ya esta dentro de cada uno solo es dejarlo salir.
Cuando se es atleta muchas veces se pasa por crisis de rabietas personales, autosuficiencias, inseguridad, confusiones afectivas, incluso miedo, celos y gestos irritables, a veces se desata contra la persona que más exige o que más me importa, se puede incluso tener o no la razón, pero sobre todo en medio de estas crisis, lo más importante es no perder el rumbo, no perder de vista lo esencial ¿por qué y para qué practicamos este deporte? ¿Qué hemos aprendido? ¿qué nos ha hecho mejores y más fuertes seres humanos?
Pero si aún en medio de todo no se tiene respuestas a estas interrogantes primero que nada esta el asumir posturas decorosas ante el conflicto, por encima de todo hay que recordar que debe primar el respeto a uno mismo y a los demás y que la libertad de cada ser humano acaba donde comienza la del otro y que los entrenadores malos o buenos, regulares o comprensivos son solo personas capaces de cometer errores igual que cualquiera pero que merecen de nosotros respeto y más respeto si les consideramos eso nuestros entrenadores. Al fin y al cabo eso se nos enseña cada día, respeto a tus compañeros, respetos a tus rivales incluso esos a los que quieres ganar de manera más evidente, respeto y respeto es nuestro principal valor. No envilece el silencio oportuno, no debilita callar un palabra hiriente, todo lo contrario nos engrándese y hace mejores. Me imagino a Muhammad-Ali ante su entrenador de 2 metros y 56 kg casi calvo y que seguramente muchas veces le decía: “que te pasa chico no puedes dar más fuerte, no puedes moverte un poco más, no quiero que seas tan bocaza, no quiero para ti ese tipo de religión, no estas dando lo que espero de ti….ect imagino entonces que si él, el más grande boxeador de todos los tiempos con sus 100 kg de peso y toda autosuficiencia hubiera respondido acomplejado con un puñetazo a tantas aparentes reclamaciones injustas,  sin dudas habría desarmado el cuerpo de su entrenador pero al mismo tiempo estaría perdiendo la oportunidad de convertirse en el gran campeón que fue tanto dentro como fuera del ring.
Esta reflexión solo intenta eso, recordarnos que debemos siempre respetar, respetar y respetar, a quien nos trata de guiar en este difícil camino, ellos no son perfectos pero con su experiencia solo intenta hacernos partes de un precioso proceso, convertirnos en mejores atletas y en mejores personas, no podemos dar espacio a resquemores y complejos, debemos estar abiertos constantemente al aprendizaje, incluso del error, no es malo y es un sano riesgo que debemos correr. Como decía San Pablo “vence el mal a fuerza de bien” Cuando se pierde el camino es hora de dejar salir lo mejor de nosotros mismos, ser valientes y autocríticos, revisar pisadas anteriores y si hay que volver un poco atrás hacerlo con la nobleza suficiente y saber volver a empezar, decir a veces lo siento no es una debilidad sino una fortaleza, decirle al otro lo haces bien pero puedes hacerlo mejor es una catarsis de buenas motivaciones
¡NADIE DIJO NUNCA QUE ERA FACIL¡ pero según  Meter Ulrico Weiss (1916-1982)"La práctica del deporte ayuda a formar una personalidad fuerte, porque nos adiestra tanto en el control de la victoria como en la derrota." 

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